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- Nuestra visión
Europa se encuentra en una encrucijada histórica: en estas elecciones europeas, el ciudadano europeo tendrá que elegir entre construir unido un futuro brillante o quedarse atrapado, preso de la ira, mirando hacia atrás. Nosotros, en el PPE, abogamos por un futuro brillante, porque conocemos nuestro pasado y queremos aprovecharlo. Nos enorgullecen los logros de los padres fundadores de Europa y queremos llevarlos más lejos todavía.
Nuestros padres fundadores tenían la visión de que sin la voluntad de alzarse unidos y superar el egoísmo nacional, Europa estaría abocada a una guerra sin fin. Fueron capaces de ver que sin la determinación de comprometerse con nuestra libertad y nuestros valores, Europa estaría por siempre dividida entre el Este y el Oeste. Al igual que hicieron nuestros padres fundadores en su momento, nuestra generación tiene ahora el deber de afrontar los desafíos actuales con valor y voluntad.
Durante el siglo XXI el mundo se ha vuelto menos seguro. Nos enfrentamos a nuevas amenazas: desde potencias autoritarias como Rusia o China, a la presión demográfica en África y la inestabilidad en nuestra vecindad, acicate de migración incontrolada. El clima está cambiando en todo el planeta, amenazando nuestro bienestar y nuestra prosperidad. Los terroristas intentan destrozar nuestras sociedades libres. Somos cuestionados por populistas y demagogos que predican egoísmo y nacionalismo, por una izquierda atrapada en el pasado y por una nueva estrechez de miras ecológica que se opone categóricamente al comercio, obstaculiza el crecimiento ecológico y excluye a componentes importantes de nuestras sociedades.
Desde el PPE queremos encarar estos desafíos, ya que creemos que, juntos, podemos superarlos. Estamos seguros de poder crear un nuevo espíritu de comunidad para proteger y renovar nuestra Europa. Nuestra Europa es una Europa optimista que cree en el poder del trabajo en equipo.
Unidos, Europa será un lugar más seguro y protegerá a nuestros ciudadanos frente a las amenazas externas y los excesos de la globalización. Unidos, Europa puede preservar nuestra forma de vida única y nuestros valores europeos, de tal forma que las personas no perderán su sentimiento común de pertenencia. Europa puede ser pionera en la innovación y el cambio tecnológico que mejora en la práctica la vida de las personas e inspira optimismo para el futuro. Juntos podemos empoderar a las personas para que tomen el timón de sus destinos y sean dueñas de su futuro. Juntos, los europeos podemos profundizar en la labor realizada por nuestros padres fundadores. Si ahora nos mantenemos unidos, nuestra Europa disfrutará de un futuro mejor.
- Una Europa que protege a sus ciudadanos
Los acontecimientos de los últimos años han demostrado que los Estados nación ya no pueden ofrecer en solitario una protección plena y efectiva a sus ciudadanos. Únicamente actuando unidos pondremos fin a la migración irregular, lucharemos contra el terrorismo y la delincuencia organizada, neutralizaremos nuevas amenazas militares, perfilaremos la globalización y combatiremos el cambio climático. Al unirse, los países europeos pueden aumentar nuestra seguridad a un nivel superior. Es por ello que deseamos aunar esfuerzos en Europa para ofrecer a nuestra ciudadanía la mejor protección posible. Nuestra Europa protege a sus ciudadanos frente a las amenazas del siglo XXI.
Protegemos las fronteras de Europa de la inmigración irregular
Proteger eficazmente las fronteras exteriores de Europa es una condición indispensable para proteger a nuestros ciudadanos y la confianza en nuestra Unión. Asimismo, es una condición indispensable para garantizar los desplazamientos sin controles fronterizos dentro del espacio Schengen. Por este motivo, velaremos por que nadie pueda acceder al territorio de la Unión Europea sin el conocimiento y la autorización expresa de nuestras autoridades. Al mismo tiempo, asumimos nuestra responsabilidad como cristianos y seres humanos de ayudar a los necesitados y mejorar sus condiciones de vida en sus países de origen.
i. Dotaremos a la Guardia Europea de Fronteras y Costas con hasta 10 000 nuevos agentes, la última tecnología, incluidos drones, y el derecho directo de intervenir a lo largo de nuestras fronteras exteriores comunes para poner fin de una vez por todas al cínico negocio de los traficantes y tratantes de seres humanos.
ii. Negociaremos acuerdos de protección fronteriza con los países norteafricanos y les ayudaremos a establecer eficazmente sus propios guardacostas y centros de acogida para evitar salidas mortales a lo largo de la costa del Mediterráneo. Capitalizaremos el éxito del acuerdo entre la UE y Turquía, con el que se redujeron un 96 % las llegadas irregulares a Grecia, para obtener en el futuro resultados aun mejores.
iii. Estableceremos un auténtico Plan Marshall con África. Potenciaremos las inversiones privadas y estimularemos el crecimiento económico en nuestro continente vecino para garantizar que la juventud africana tiene una oportunidad. Los jóvenes con buenas perspectivas en su país ya no deberían sentirse obligados a abandonarlo.
iv. Haremos presión para que se adopte una decisión sobre una lista europea exhaustiva de países seguros.
Luchamos contra el terrorismo y la delincuencia organizada
La actuación de los delincuentes y terroristas de hoy en día no entiende de fronteras. Confiamos en nuestros servicios policiales, de seguridad y de inteligencia en toda Europa para alcanzar juntos mejores resultados. Derrotaremos a los terroristas y delincuentes con el peso combinado de estas fuerzas.
i. Consolidaremos la conexión de todas las bases de datos de seguridad europeas, para garantizar que el conocimiento policial asentado sobre los delincuentes ya no se pierda cuando atraviesan nuestras fronteras.
ii. Habilitaremos fuerzas policiales de incógnito en todas las fronteras interiores para inspeccionar vehículos y pasajeros sospechosos; haremos de las fronteras interiores de la UE una capa adicional de seguridad para nuestros ciudadanos.
iii. Reforzaremos la cooperación de nuestros servicios de inteligencia exterior e interior con el fin de permitir un intercambio mejor de inteligencia sobre terroristas, posibles delincuentes y otras personas radicalizadas, independientemente de que se encuentren en su país o en el extranjero que puedan suponer un riesgo de seguridad para nuestros ciudadanos.
Protegemos a nuestros ciudadanos reforzando la defensa
En tiempos de guerra híbrida por parte de Rusia, las nuevas ambiciones militares de China y la inestabilidad en nuestro vecindario, Europa debe tomar progresivamente las riendas de su propia seguridad militar. Por otro lado, que el presidente de los Estados Unidos, Trump, cuestione la asociación transatlántica también incrementa la inseguridad. Debemos ser capaces de protegernos contra las amenazas del siglo XXI.
i. Estableceremos una ciberbrigada europea en el plazo de dos años para asegurarnos de que Europa está en condiciones de frustrar los ciberataques, como los ocurridos en 2007 en Estonia, en 2015 en el Parlamento alemán o en 2017 en toda Europa por culpa del programa de secuestro WannaCry.
ii. Aunaremos recursos nacionales y capacidades de investigación para desarrollar un dron europeo y para garantizar que los principales sistemas de combate del futuro sigan pudiendo fabricarse en Europa.
iii. Podemos hacer más con los mismos recursos si lo hacemos juntos. Al hacer una reserva común con las capacidades militares de los Estados miembros de la UE, crearemos una verdadera capacidad de defensa de aquí a 2030, sin que el objetivo sea sustituir un ejército nacional, sino que nuestras fuerzas estén mucho más unidas y sean más fuertes. Todo ello, sin perjuicio del carácter específico de la política de seguridad y defensa de determinados Estados miembros.
iv. Nuestro compromiso con la OTAN se mantiene y haremos todo lo que esté en nuestras manos para preservarlo y reforzarlo más si cabe. Por este motivo, toda integración europea adicional en materia de defensa debe desarrollarse en estrecha cooperación con la OTAN y nuestros aliados americanos, para que una Europa más dinámica pueda ser a su vez más fuerte para nuestra seguridad transatlántica común.
Defendemos nuestro modelo social europeo en un mundo globalizado
Estamos orgullosos de nuestro modelo social europeo único, en el que todas las personas disfrutan de asistencia sanitaria y servicios públicos de calidad, en el que los trabajadores ven sus derechos reconocidos y los intereses sociales y las fuerzas del mercado están equilibrados. Queremos llevar este modelo europeo de nuestra economía social de mercado al siglo XXI.
i. Luchamos por que las mujeres disfruten de igualdad de oportunidades en el mercado laboral: deseamos garantizar que los hombres y las mujeres perciban el mismo salario por el mismo trabajo. Creemos que facilitando más opciones para que los padres y los cuidadores equilibren su trabajo y responsabilidades de cuidado podemos conseguir, en última instancia, más equidad para hombres y mujeres y mayor bienestar para las familias.
ii. Incrementaremos considerablemente el Fondo Europeo para la Transición para ayudar a aquellos que pierden su trabajo como consecuencia de los cambios estructurales vinculados a la digitalización y la globalización. Trabajando de la mano de los sindicatos y las patronales, reduciremos el impacto de la globalización sobre los trabajadores más vulnerables y garantizaremos que nadie se queda atrás.
iii. Mejorando nuestra defensa comercial y el control sistemático de la inversión extrajera, protegeremos los puestos de nuestros trabajadores más cualificados frente al dumping, la deslocalización y la rendición tecnológica.
Luchamos contra el cambio climático
Solo podremos dejar un planeta limpio a nuestros hijos y nietos redoblando nuestra lucha contra el cambio climático y reduciendo considerablemente el impacto medioambiental y climático de nuestra economía. Por esta razón, seguimos defendiendo el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático basado en pruebas científicas y mantenemos nuestro papel de líder mundial en la lucha contra el cambio climático. Debemos conciliar la protección del medio ambiente y la biodiversidad con una economía dinámica. No se trata sólo de una política económica orientada al futuro que permita a Europa seguir siendo líder en la innovación de las tecnologías limpias del mañana, sino también de una política beneficiosa para todo el planeta. Europa puede ser pionera mundial de un mundo mejor y más limpio y mostrar a otros países en términos muy concretos cómo funciona la sostenibilidad.
i. Garantizaremos un precio efectivo sobre el CO
2 mediante un sistema de comercio de derechos de emisión que funcione bien e incentivaremos aun más la reducción de las emisiones en nuestras industrias y en el sector energético.
ii. Propiciaremos la inversión e innovación en todas las soluciones tecnológicas para la movilidad hipocarbónica. Todas las formas de transporte deben contribuir a la reducción de los gases de efecto invernadero. Los vehículos autónomos y las soluciones de movilidad conectada contribuirán también a reducir las emisiones del transporte y a establecer normas europeas de recarga, para que la UE pueda ser uno de los líderes mundiales en movilidad eléctrica.
iii. Construiremos una auténtica Unión de la Energía, en la que la electricidad y el gas puede atravesar fronteras sin obstáculos, para reducir los costes de vida de los ciudadanos, apoyar una expansión rentable de las energías renovables y garantizar que ninguna potencia externa pueda poner en peligro la seguridad energética de Europa.
- Una Europa que preserva nuestra forma de vida
Lo que hace único a Europa en el mundo es nuestro rico patrimonio cultural, nuestra historia compartida y nuestras raíces judeocristianas comunes. En Europa, combinamos una gran diversidad, con sólidos valores compartidos y sostenemos una forma de vivir que equilibra perfectamente la responsabilidad y la solidaridad, la seguridad y la libertad, la tolerancia y nuestras tradiciones. El islamismo radical, las amenazas terroristas y las oleadas autoritarias procedentes de Rusia y Turquía hacen temblar los cimientos de nuestra forma de vivir en Europa. Ahora más que nunca, debemos salvaguardar, para todos nuestros ciudadanos, nuestra identidad europea compartida y nuestra forma de vida europea.
Preservamos nuestra riqueza cultura y diversidad
Del periodo grecorromano a la Edad Media, y del Renacimiento a la Ilustración, los estratos de la civilización europea se asientan en los matices de cada uno de sus países: la riqueza de nuestro patrimonio cultural y lingüístico se ha creado y, a su vez, desarrollado a través del prisma de nuestro paisaje, nuestras artes, ciencia, literatura y religión. En Europa sabemos que nuestra diversidad nos hace más fuertes. Es por ello que queremos conservarla. Defendemos la diversidad cultural y las tradiciones de Europa: ningún imperio, monarquía absoluta o régimen totalitario pasado ha protegido la riqueza y la soberanía de cada región y nación como lo hace la Unión Europea. Sólo una Europa democrática actuando al unísono defiende y preserva nuestra diversidad cultural. Continuaremos con nuestra forma europea de vivir en una Europa fuerte.
Protegemos nuestra democracia y nuestros valores europeos
Si bien Europa es diversa y llena de matices, tenemos una cosa en común: en todos los municipios y ciudades hay una iglesia cristiana. Navidad, Pascua y Pentecostés son fiestas que todos compartimos. Debemos proteger nuestra forma de vivir en Europa preservando nuestros principios fundamentales y valores cristianos. La democracia, los derechos humanos, la dignidad humana, la libertad y la responsabilidad, la igualdad entre hombres y mujeres, la solidaridad, el Estado de Derecho, la justicia, el pluralismo y la tolerancia: estos son los principios en que se asienta la civilización europea. Protegeremos nuestras tradiciones y creencias comunes, defenderemos la democracia y el Estado de Derecho. Lucharemos firmemente contra la intolerancia y el antisemitismo, así como contra cualquier tipo de racismo.
i. Combatiremos las noticias falsas que aparecen en los medios de comunicación y garantizaremos el acceso a información de calidad. Existen hasta noventa millones de cuentas en Facebook que promueven activamente el odio y las noticias falsas. Queremos que las plataformas de redes sociales asuman mayor responsabilidad para neutralizar la desinformación y aumentar la verificación de datos en cooperación con las asociaciones de periodistas. La incapacidad para distinguir entre la realidad y la mentira es uno de los mayores peligros para nuestra democracia y para la estabilidad de nuestras comunidades.
ii. Pondremos en marcha un pacto contra el antisemitismo luchando contra la incitación al odio y estableciendo una definición de «antisemitismo» común en la UE basada en la utilizada por la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto y que deberán adoptar todos los Estados miembros. Esta definición se utilizará en la educación y la formación, para que las autoridades policiales puedan identificar e investigar los ataques antisemitas en sus actuaciones con mayor eficiencia y eficacia.
Nos preocupamos por nuestras familias
Nuestras familias son nuestras raíces, nuestro hogar, nuestra red de seguridad y el centro de nuestras identidades europeas. Constituyen el pilar de nuestra forma de vivir en Europa. Los vínculos familiares son la espina dorsal de nuestra comunidad y aspiramos a preservarlos. En tiempos de cambio demográfico, deseamos reforzar la solidaridad familiar e intergeneracional. Durante las crisis, los padres y abuelos han ayudado a los jóvenes europeos y viceversa.
i. Defenderemos las normas sociales europeas y mejoraremos las condiciones de vida para empoderar a las familias. Con demasiada frecuencia, la inseguridad laboral, la imposibilidad de acceder una vivienda y la incertidumbre sobre el futuro impiden que los jóvenes europeos formen una familia. En Europa, solo una de cada tres parejas tiene hijos. Queremos que Europa sea un hogar seguro en el que puedan crecer nuevas familias.
ii. Crearemos oportunidades destinadas a los jóvenes para que las familias puedan mantenerse unidas. En ocasiones, los europeos no tienen otra opción para encontrar oportunidades viables que abandonar su país y a sus seres queridos. En Europa, ninguna familia debería verse obligada a separarse: debemos detener la fuga de cerebros ofreciendo oportunidades viables en todas las regiones a través de nuestra política de cohesión.
iii. Protegeremos los valores familiares y respetaremos la subsidiariedad. El Derecho de Familia debe seguir siendo competencia de los Estados miembros, ya que el apoyo familiar debe prestarse lo más cerca posible de los ciudadanos.
iv. Combatiremos las amenazas para la salud y enfrentaremos los desafíos planteados por el envejecimiento de la población, la resistencia a los antimicrobianos y las enfermedades crónicas e infecciosas. Apoyaremos la innovación y la inversión en el ámbito de la salud para mejorar la vida de nuestras familias. Desarrollaremos la economía plateada para promover el envejecimiento activo. Más del 40 % de los europeos tienen más de 50 años. Aunque el envejecimiento de la sociedad supone un desafío, también nos brinda una oportunidad. Las personas de más edad cada vez tienen mayor peso en la configuración de nuestras economías y la creación de empresas: crean aproximadamente 70 millones de puestos de trabajo anualmente. Queremos crear condiciones para que estas personas prosperen.
v. Apoyamos una mayor participación cívica en proyectos locales para promover un nivel mayor de propósito común. En el contexto de la generalización de la soledad crónica, a medida que los vínculos tradicionales se rompen o su naturaleza cambia, debemos trabajar por cultivar un sentido de pertenencia verdadero y sostenible, en consonancia con nuestros valores democristianos.
Mejoraremos nuestra capacidad de integración
Europa es una comunidad de valores. Aunque deben respetarse los derechos y creencias de todas las personas, también es justo y razonable esperar que todas las personas dentro del territorio de la Unión Europea respeten los valores, las tradiciones y las obligaciones en que se asienta nuestra Unión. El odio, la intolerancia, la misoginia, el racismo, el antisemitismo y el rencor hacia el país de nacimiento propio no tienen cabida en nuestras sociedades. Si queremos ayudar a las personas necesitadas, no podemos separar una política de integración eficaz y sólida de una política de retorno eficaz.
i. Mejoraremos la integración de los refugiados reconocidos. Queremos garantizar que todos aquellos que vienen a vivir a la UE regularmente se conviertan en miembros integrados de nuestra comunidad. Necesitamos una política de integración sólida para evitar sociedades paralelas. Por este motivo, en virtud del principio de subsidiariedad apoyaremos a los Estados miembros en sus esfuerzos y en la puesta en común de las mejores prácticas en materia de política de integración. Lucharemos enérgicamente contra las sociedades paralelas y contra cualquier falta de respeto hacia cualquier miembro de nuestras sociedades.
ii. Reformaremos el Sistema Europeo Común de Asilo. Sólo con una política de asilo coherente, simplificada y común para toda la UE garantizaremos la tramitación oportuna de las solicitudes de asilo y reduciremos los factores de atracción derivados de las diferencias en las respectivas legislaciones de los Estados miembros. Estableceremos un sistema de órdenes europeas de retorno para garantizar que los solicitantes de asilo que hayan visto denegada su solicitud vuelvan a su país de origen. Queremos integrar la cadena de gestión de la migración en todos los Estados miembros para evitar eficazmente el fenómeno del asilo a la carta.
iii. Aumentaremos la financiación europea de los retornos dentro del Fondo de Asilo y Migración. Cada año, apenas se devuelven o repatrían el 40 % de los migrantes irregulares con una orden para abandonar la UE. Al incrementar la financiación, nos aseguraremos de que las personas que no cumplan los requisitos para recibir protección sean devueltas a sus países. Supeditaremos los visados de la UE y la ayuda al desarrollo a la cooperación con la Unión en materia de migración. Aceleraremos el retorno sistemático de las personas sin derecho a protección retirando los visados de la UE a los ciudadanos de terceros países que se nieguen a recibir a los migrantes irregulares.
Abogamos por la responsabilidad de Europa en el mundo. Siendo el principal proveedor de ayuda humanitaria y al desarrollo en todo el mundo, la UE debe continuar liderando la lucha contra la pobreza y los esfuerzos por conseguir un desarrollo sostenible a nivel mundial. El potencial del Plan Europeo de Inversiones Exteriores y la nueva Alianza por África debe maximizarse plenamente para crear trabajo y crecimiento allí donde más se necesita, para fomentar la inversión y el emprendimiento y, por tanto, atajar las causas profundas de la migración irregular. Con el nuevo instrumento de financiación exterior, una herramienta de desarrollo sólida y flexible, continuaremos nuestra cooperación y solidaridad con los países del continente africano, garantizando que no abandonan la senda que les convertirá en economías más avanzadas y democracias más sólidas, trayendo un futuro más prometedor a sus jóvenes, librándoles de la pobreza y preparando a África para los desafíos del siglo XXI.
Reforzaremos nuestra capacidad para actuar
Los valores europeos que compartimos orientan el sentido de nuestras políticas y mantienen el equilibrio dentro de nuestra Unión. Si Europa desea ser una fuerza política efectiva, debe establecer asociaciones fuertes con nuestros vecinos y acercarse a los que comparten nuestra perspectiva europea:
i. Apoyamos en concreto la perspectiva europea hacia los Balcanes Occidentales y ayudamos a los países de la región a mejorar su prosperidad, siempre y cuando respeten los estándares europeos y realicen avances en materia de Estado de Derecho y lucha contra la corrupción. Esta perspectiva europea no se limita a propuestas abstractas, sino que se trata de proyectos concretos. Queremos conectar las carreteras y los ferrocarriles, construir una infraestructura energética común, reducir los costes de la telefonía en itinerancia y reducir los aranceles en las fronteras. No podemos abandonar los Balcanes Occidentales a la influencia autoritaria de Rusia, los Estados del Golfo, Turquía y China.
ii. Detendremos las negociaciones de adhesión de Turquía. Europa y Turquía deberían centrarse en alianzas y cooperación en ámbitos específicos — la estrecha cooperación económica y el acuerdo de migración entre la UE y Turquía sobre los refugiados son buenos ejemplos —, pero Turquía se aleja de los valores europeos. La pertenencia a la UE no es, por tanto, una opción para Turquía y las negociaciones deben detenerse.
- Una Europa que brinda oportunidades
Juntos hemos conseguido grandes cosas en Europa. En los últimos años, la recuperación económica ha llegado a millones de familias y el desempleo se encuentra en los niveles más bajos desde 2009, gracias a la ayuda, en parte, de las políticas del PPE y los Gobiernos miembros de nuestra familia política. Con todo, aún son demasiados los europeos con dificultades para encontrar oportunidades laborales. Continuar esta senda peligrosa es inaceptable; Europa no puede permitirse desperdiciar su talento y perder su futuro. No podemos dejar a nadie atrás. Deseamos abrir un nuevo capítulo para Europa invirtiendo en el enorme potencial de nuestros ciudadanos a través de una estrategia basada en tres pilares: la economía social de mercado, las innovaciones centradas en el ser humano y mantener la competitividad de todas las regiones.
Crearemos una economía dinámica de la que surgirán cinco millones de nuevos puestos de trabajo
Creemos que la economía social de mercado es el mejor sistema económico para el siglo XXI. Nuestro modelo europeo permite que las personas tomen sus propias decisiones, a diferencia del comunismo impuesto por el Estado chino, y ofrece oportunidades y protección social para todos, a diferencia del capitalismo imperante en los Estados Unidos. Necesitamos una economía fuerte para una sociedad en la que se cuida a todas las personas y éstas encuentran seguridad y oportunidades. Para nosotros, la economía es una herramienta, no lo que marca el paso. Nuestra prosperidad la crean los que dirigen pequeñas y medianas empresas. Ellos son los héroes económicos de Europa. De hecho, las PYMEs crean el 67 % de todos los puestos de trabajo del sector privado. En los últimos diez años, hemos ayudado a crear millones de empleos nuevos en Europa. Con la ayuda del Plan de Inversiones para Europa, el denominado «Plan Juncker», hemos movilizado inversiones públicas y privadas a través de una garantía de la UE que ha contribuido a la creación de más de 750 000 puestos de trabajo y ayudado a 850 000 PYMEs de toda Europa a beneficiarse de un mejor acceso a financiación. Queremos continuar por este camino y crear las condiciones adecuadas para que en los próximos años se creen al menos 5 millones de empleos nuevos, especialmente para los jóvenes. Podemos conseguirlos abriendo nuevos mercados en Europa y participando en nuevos mercados de todo el mundo, apoyando a nuestras PYMEs para que crezcan y contraten personal, y diseñando una política industrial para el siglo XXI.
i. Abriremos un nuevo capítulo en el mercado único europeo para crear más oportunidades de mercado, para lo cual aplicaremos las normas existentes y abriremos nuevos sectores, especialmente en la economía digital y la economía circular.
ii. Negociaremos acuerdos de libre comercio y comercio justo nuevos y adicionales, además de las conversaciones en curso con Mercosur, Australia y Nueva Zelanda, para crear incluso más trabajos de los 36 millones que ya reciben el apoyo del comercio en Europa, al tiempo que defenderemos nuestros elevados estándares y evitaremos las prácticas comerciales desleales. Creemos que debemos aspirar a iniciar las negociaciones sobre un acuerdo comercial con los Estados Unidos sin rebajar nuestros estándares.
iii. Volveremos a avivar el espíritu emprendedor y ayudaremos a las PYMEs a extraer todo su potencial facilitando el acceso a la financiación, proporcionando sistemas de financiación especiales para los jóvenes emprendedores, ayudando con la digitalización y fomentando la innovación que promueve los avances y crea nuevos mercados.
iv. Tendremos una política industrial y de competencia europea con la mirada puesta en el futuro que permitirá que en Europa surjan adalides internacionales que hagan frente a nuestros competidores de China y los Estados Unidos, al tiempo que defenderemos sectores europeos de importancia estratégica frente a las prácticas desleales.
v. Promoveremos una industria europea más fuerte, innovadora y competitiva al tiempo que protegemos la salud pública y el medio ambiente. Garantizaremos que los derechos de los consumidores no se vean mermados y que los ciudadanos tengan a su disposición información fiable y avalada científicamente sobre las repercusiones de los nuevos servicios y productos.
vi. Alentaremos una economía más sostenible y circular en Europa incrementando el reciclaje, la reutilización y la reparación. Así, promoveremos la sostenibilidad medioambiental y social y se propiciará la creación en Europa de modelos de negocio novedosos e innovadores.
vii. Haremos cumplir en conjunto las normas económicas acordadas a escala europea sobre las finanzas públicas de los Estados miembros para ofrecer a todos los ciudadanos estabilidad económica, defender sus ahorros y pensiones de crisis económicas causadas por políticas temerarias y proporcionar a las empresas una perspectiva de futuro estable. Las decisiones que se tomen a nivel nacional exigen que se rindan cuentas a ese mismo nivel. Este principio debe cumplirse especialmente en el caso de la deuda nacional.
viii. Reforzaremos los instrumentos europeos para luchar contra los choques económicos. Haremos del Mecanismo Europeo de Estabilidad un verdadero Fondo Monetario Europeo para impulsar el crecimiento y las oportunidades laborales y garantizar que no dependemos de las decisiones de los Estados Unidos. Realizaremos la Unión Bancaria con un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos —habida cuenta de que se hayan reducido considerablemente los riesgos del sistema bancario europeo— para proteger los ahorros de los ciudadanos y reforzar las herramientas necesarias para impulsar la inversión en épocas de ralentización de la economía.
Mejoraremos las condiciones de vida de todas las regiones
El potencial europeo se desperdiciaría sin una red sólida entre las regiones. Creemos que unas buenas conexiones y la movilidad a través de todas las regiones europeas son fundamentales para la prosperidad laboral. La fuga de cerebros causada por la falta de oportunidades económicas es una grave amenaza para el futuro y la felicidad de las personas. Debemos finalizar la infraestructura vial y ferroviaria, al tiempo que aprovechamos las posibilidades del futuro invirtiendo en la infraestructura digital más reciente. Nos comprometemos a colmar la brecha existente entre las regiones y entre las ciudades y las zonas rurales con la ayuda de una política de cohesión sólida.
i. Impulsaremos la inversión en infraestructura vial, ferroviaria y digital para que todas las regiones sean competitivas. Nuestro objetivo es luchar contra la fuga de cerebros ofreciendo a nuestros ciudadanos un acceso mejor a los mercados y el trabajo, independientemente de la región de la que procedan, garantizando el acceso a internet de alta velocidad y superordenadores punteros en todas las regiones europeas.
ii. Apoyaremos la incorporación de la telemedicina en las comunidades rurales, puesto que todo el mundo debería tener acceso a los mejores médicos disponibles.
iii. Invertiremos en tecnologías para apoyar el desarrollo de ciudades y pueblos «inteligentes» para aumentar la calidad de vida en todos los puntos del continente.
iv. Ayudaremos a los Estados miembros a mejorar la alfabetización digital y las competencias digitales de los ciudadanos.
Crearemos nuevas oportunidades para los jóvenes
Creemos que no hay ninguna contradicción en estar orgullosos de nuestras regiones, de nuestros países y de la Unión Europea que compartimos. Es por ello, que aunque aumentemos las oportunidades para nuestros ciudadanos, y especialmente nuestros jóvenes, para que conserven su forma de vida en sus comunidades de origen y encuentren trabajo de calidad, también creemos que es fundamental facilitar que exploren nuestro continente y descubran las ideas y oportunidades que les harán prosperar en el futuro.
i. Ampliaremos los programas Erasmus para todos, especialmente las personas ajenas al mundo académico. El programa Erasmus ha sido un gran éxito que se puede reproducir en otros ámbitos como la formación profesional y las escuelas.
ii. Ampliaremos el Interrail de DiscoverEU para todas las personas con 18 años. Esto permitirá que una nueva generación descubra Europa y establezca relaciones prometedoras en todo el continente.
Defendemos a los agricultores fuertes que cultivan alimentos saludables
Los agricultores europeos producen los alimentos de mayor calidad del mundo. Conservan nuestro paisaje rural y mantienen unidas a las comunidades rurales. Estamos orgullosos de la riqueza de nuestras tradiciones y de que los estándares y la calidad de nuestros alimentos sean mejores que en cualquier otro continente. Para nosotros, la finalidad de nuestra política agrícola es garantizar que nuestros hijos también tengan la oportunidad de disfrutar de alimentos cultivados en Europa que conserven nuestras tradiciones y estándares. Nuestros productos agrícolas, de gran calidad, son demandados en todo el mundo. Estamos empeñados en ayudar a nuestras zonas rurales a seguir prosperando y creciendo. Para ello, necesitaremos una política agrícola común (PAC) orientada al futuro, estratégica, con financiación suficiente y adaptada al siglo XXI. Muchas explotaciones familiares europeas de tamaño pequeño o mediano sufren la presión de luchar por que su producción sea competitiva y sostenible. Podemos ayudarles a hacer frente a estos desafíos con apoyo específico y una PAC moderna.
i. Modernizaremos la PAC, haciéndola más justa, más sostenible y orientada a los resultados, al tiempo que se respeta la subsidiariedad y las condiciones locales y se cumplan las normas comunes de la UE. La PAC debe diseñarse para ayudar a las explotaciones familiares a hacer frente a la globalización, el cambio climático y los retos para la seguridad alimentaria. Asimismo, debe ofrecer incentivos adicionales tanto a los jóvenes agricultores como a las agricultoras, a fin de salvaguardar el futuro de nuestras zonas rurales.
ii. Reduciremos la burocracia de los agricultores introduciendo más soluciones digitales y simplificando los procedimientos administrativos. Debemos dejar que los agricultores hagan su trabajo: producir los alimentos que consumimos, sin que se vean atrapados por los trámites.
iii. Defenderemos nuestros estándares en la agricultura, la pesca y la calidad de los alimentos, y protegeremos nuestra salud frente a las importaciones de peor calidad. Nos comprometemos a defender nuestros elevados estándares y a luchar contra las prácticas desleales en las negociaciones comerciales, a fin de que nuestro sector agrícola siga siendo competitivo y de que los consumidores sigan disfrutando de los estándares más elevados del mundo. No aceptaremos la calidad dual de los alimentos en Europa. No puede haber ciudadanos de segunda.
Abrazamos el potencial de la inteligencia artificial y la robótica
Más de 830 000 empresas emergentes innovadoras están activas en los principales centros tecnológicos de Europa, dando trabajo a cerca de 5 millones de personas. Europa lleva la innovación en su ADN. Creemos en el potencial de Europa para aprovechar la próxima ola digital y abrir el camino de la inteligencia artificial, la robótica, la medicina, los macrodatos y la ingeniería de movilidad. Por otro lado, no tenemos alternativa si deseamos seguir siendo competitivos, prósperos e influyentes en el mundo. Debemos recuperar nuestro deseo por el descubrimiento tecnológico —sobre la base del punto fuerte de Europa: los valores humanos fundamentales y la ciencia fundamental—, para que podamos seguir salvando los nuevos retos y creando bienestar mediante innovaciones centradas en el ser humano. Creemos que la tecnología digital no da forma a las personas, sino que son estas quienes moldean la revolución digital y deben controlarla.
i. Aumentaremos nuestra inversión en inteligencia artificial y robótica para hacer de la UE líder en este ámbito, para garantizar que somos un continente próspero y competitivo a escala mundial, y para perfilar estas innovaciones de acuerdo con nuestros valores europeos.
ii. Construiremos un nuevo Instituto Universitario Europeo 4.0 que combinará los últimos avances en innovaciones tecnológicas, filosofía y ética para promover innovaciones centradas en el ser humano en las que las personas serán la prioridad.
iii. Invertiremos en programas de aprendizaje permanente y apoyaremos el desarrollo de sistemas educativos y de capacitación preparados para el futuro y que impulsen la empleabilidad cooperando estrechamente con los Estados miembros.
Mejoraremos la vida de las personas a través de una ofensiva de innovación
Queremos colocar a las personas en el centro de la innovación. Esta es nuestra filosofía para el futuro. Hay demasiados ciudadanos con miedo a los cambios tecnológicos. Debemos tranquilizarles porque serán beneficiosos para todos, la vida de todos será mejor y más saludable. Al combinar valores e innovación, podemos dar forma al futuro de nuestra forma de vivir en Europa y crear puestos de trabajo. Frente a los avances de China y los Estados Unidos, Europa cuenta con una ventaja competitiva: nuestros valores comunes, la economía social de mercado y la estabilidad política. Colocar a nuestros ciudadanos en el centro de la política de innovación conlleva poner en común nuestros recursos para hallar soluciones a enfermedades que afectan a innumerables familias, mejorando así la vida de nuestros ciudadanos. Cuando somos líderes en los ámbitos de la inteligencia artificial, la robótica, los macrodatos y la ingeniería de movilidad, podemos identificar los grandes proyectos europeos de innovación y reservar fondos comunes para encontrar las soluciones que beneficiarán a todos. Para ello, crearemos una verdadera Unión Europea de Innovación para mejorar la vida de las personas y mantener nuestra competitividad internacionalmente. Por ejemplo, crearemos un plan maestro europeo para poner en común nuestros datos y recursos conjuntos para encontrar una cura contra el cáncer. Aumentaremos los fondos y reforzaremos el Consejo Europeo de Innovación para poder prestar más apoyo a los innovadores y emprendedores en innovaciones punteras y de alto riesgo para que se puedan crear nuevos mercados.
- Una Europa que empodera a sus ciudadanos
Queremos una Europa en la que puedan prosperar todos nuestros ciudadanos. Esto no se limita simplemente a recuperarnos colectivamente de la crisis económica, a tener un trabajo o a sentirse a salvo de cualquier mal. También conlleva sentirse incluido, sentirse en casa, sentirse empoderado para encarar un futuro delimitado por una revolución digital cada vez mayor. Conlleva participar políticamente y sentirse verdaderamente representados por los líderes elegidos y las instituciones. Conlleva poder acceder a oportunidades. En última instancia, conlleva compartir la esperanza en un futuro para el que estamos preparados. Construiremos una Europa que permita que los jóvenes, las familias, las empresas y los ciudadanos, independientemente de su demografía y geografía, salgan adelante en un mundo que cambia rápidamente.
Fomentaremos la democracia parlamentaria
Creemos que es posible asentar aún más la democracia europea y acercarla más a los ciudadanos: con mayor rendición de cuentas, más comprensible y con la que resulta más fácil sentirse identificados. Esta es la razón por la que la Unión Europea debe convertirse en una democracia parlamentaria plena. Con ello se ayudará a acortar la separación entre lo que los representantes europeos hacen en Bruselas y Estrasburgo y el sentimiento de desafección de muchos ciudadanos. Debemos aumentar la participación democrática en Europa.
i. Abogamos por que se conceda al Parlamento Europeo el derecho de iniciativa legislativa. Al igual que cualquier otro Parlamento del mundo, el Parlamento Europeo debe tener competencias para presentar los instrumentos jurídicos sobre los que posteriormente decide. Así, los ciudadanos europeos estarán más empoderados todavía, ya que sus representantes elegidos directamente tendrán más peso.
ii. Debemos mejorar la participación de los Parlamentos nacionales y regionales en el proceso legislativo y el control en consonancia con el principio de subsidiariedad, de forma que las decisiones se adopten lo más cerca posible de los ciudadanos. Esto implicará reforzar tanto el Parlamento Europeo como los Parlamentos nacionales a sus niveles correspondientes.
iii. Creemos que todo futuro presidente de la Comisión Europea, en primer lugar, debe haberse presentado como candidato principal de su partido europeo. Los candidatos deberían tener que defender su programa para Europa y explicar a los ciudadanos lo que representan; esto facilitará que los ciudadanos entiendan el proceso y, en última instancia, permitirá que pidan cuentas a sus líderes elegidos. La elección sobre la futura dirección de nuestro continente debe dejarse en manos de los ciudadanos.
Aumentaremos el peso de nuestro papel en la escena internacional
En Europa tenemos la oportunidad y la responsabilidad de hablar firmemente, con una sola voz, en la escena internacional: para defender valores europeos como la democracia y los derechos humanos, para reforzar asociaciones vitales para nosotros y para hacer frente a los principales retos y desafíos que se plantean, tanto en nuestra vecindad como alrededor del mundo. Debemos redoblar los esfuerzos, defender nuestros intereses y asumir nuestras responsabilidades internacionales con seriedad. El papel que debemos jugar es importante.
i. Estamos a favor del voto por mayoría cualificada en el ámbito de la política exterior. No debería ser posible que un solo Estado miembro paralice a la Unión Europea en su conjunto. Debemos ser capaces de actuar en el panorama internacional de acuerdo con nuestros valores.
ii. Sacaremos el máximo partido a la decisión del Reino Unido de abandonar la UE. Reiteramos nuestro compromiso a continuar nuestra estrecha asociación con el país. No obstante, nos resulta obvio que el Reino Unido no pueda disfrutar, al no ser miembro de la Unión Europea, de las mismas ventajas que nuestros Estados miembros. Los europeos no permitiremos que se escoja a conveniencia. La integridad de nuestra Unión, incluidas sus cuatro libertades fundamentales, ha de ser preservada.
iii. Invertiremos en una vecindad europea estable y próspera. Somos conscientes de que en un mundo interdependiente, nuestro éxito está vinculado al éxito de los países y regiones que nos rodean. Nuestro objetivo es exportar estabilidad y crear un cinturón de prosperidad y seguridad a nuestro alrededor.
Garantizaremos impuestos justos para todos
Creemos que todos deben contribuir equitativamente a la Europa de la que todos nos beneficiamos. Las grandes empresas no deberían recibir exenciones fiscales, ni poder aprovecharse de vacíos de los que no disponen los demás. La corrupción debe ser detectada y eliminada, tanto en Europa como en el resto del mundo, para proteger la equidad y la transparencia de nuestros propios sistemas fiscales en Europa. Lucharemos por una distribución fiscal justa en la era digital.
i. Introduciremos un Impuesto Digital justo; los gigantes digitales del mundo deben contribuir según les corresponda para financiar nuestra infraestructura digital y futuras inversiones en Europa.
ii. Trabajaremos estrechamente con las instituciones europeas y los Estados miembros, así como, con socios de todo el mundo y organizaciones internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para asumir un papel de liderazgo en la lucha contra la evasión fiscal y la eliminación de los paraísos fiscales. Nuestro objetivo es garantizar la transparencia y la justicia para todos los Estados miembros.
Reduciremos la burocracia
Creemos que cada euro gastado desde la UE debe mejorar la vida de las personas aportando prosperidad y seguridad. Reducir la burocracia para las empresas en un 30 %, especialmente para las PYMEs, y derogar la normativa innecesaria propiciará un crecimiento mayor y más sostenible.
i. Recortaremos los trámites para las PYMEs, también a través del uso de herramientas digitales y simulaciones que les pueden librar de obligaciones de notificación innecesarias y onerosas.
ii. Recortaremos 1 000 normas y reglamentaciones desfasadas para eliminar ineficiencias y racionalizar nuestras capacidades de producción.
iii. Modernizaremos nuestra legislación para estar preparados para los cambios tecnológicos y ofrecer un marco jurídico sólido y eficaz a las empresas que operan en Europa.
- Abramos un capítulo para Europa
Las próximas elecciones europeas serán un momento decisivo para nuestro continente. Depende de nosotros, ciudadanos de la Europa del siglo XXI, dar forma a nuestro propio futuro encarando una cantidad de desafíos sin precedentes. Ahora más que nunca, necesitamos una Europa que cumpla con sus ciudadanos.
Tras años de crisis, debemos abrir un capítulo por escribir con nuevas ideas para una era distinta de las anteriores. La última Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo, bajo la presidencia de Jean-Claude Juncker, Donald Tusk y Antonio Tajani, respectivamente, consiguieron mantener unida a la Unión en tiempos difíciles, capear el temporal del
Brexit y recuperar la senda de estabilidad y crecimiento. Somos conscientes de que la actual Unión Europea dista de ser perfecta. Debemos basarnos en el exitoso trabajo de los líderes del PPE de los últimos cinco años para desarrollar nuestra visión de una Europa mejor.
Esto es lo que queremos decir: Europa debe ser menos burocrática. Esto pasa por escuchar lo que los ciudadanos europeos tienen que decir y tomar buena nota de ello. La UE también tiene que ser más democrática. Esto implica que el timón de la institución más poderosa de la UE, el presidente de la Comisión, debe ser nombrado por la ciudadanía como parte de las elecciones al Parlamento Europeo. Por encima de todo, necesitamos una Europa que consiga proteger a sus ciudadanos. Necesitamos una Europa que ofrezca prosperidad y trabajo. Necesitamos una Europa que proteja el medio ambiente. Necesitamos, además, una Europa que proteja nuestros valores e intereses en el mundo. Sólo así podremos alcanzar todos estos objetivos con espíritu de cooperación, compromiso y respeto mutuo. Y sólo podremos hacerlo juntos. Manfred Weber es el estandarte de nuestro enfoque político, orientado al futuro. Una persona que verdaderamente tiende puentes y no sólo une a Europa, sino que devuelve Europa a los ciudadanos. Aboga por una Europa fuerte, segura y ambiciosa. Será él, quien abra un nuevo capítulo para Europa; Manfred Weber ha de convertirse en el próximo presidente de la Comisión Europea.